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22 de junio de 2017: Para la liberación inmediata de la campaña Alto a los Árboles Transgénicos

 

Los incendios forestales en Portugal han sido calificados como “el peor desastre de este tipo en la historia reciente”. Decenas de personas murieron carbonizadas en sus coches mientras trataban de escapar del infierno.

Pero esta terrible tragedia tiene causas humanas. Una cuarta parte de las zonas boscosas de Portugal (más de 812.000 hectáreas o 2 millones de acres) ha sido reemplazada por plantaciones no autóctonas de eucaliptos. A esto se suman las expansivas plantaciones de pino.

 Oliver Munnion, Co-director de Biofuelwatch, vive en la zona de Portugal arrasada por el incendio. “Ayer pasamos toda la noche en una escuela local, después de que evacuaron unos 30 poblados de la zona. Los noticieros dicen que se ha quemado una cuarta parte de la municipalidad. Hasta ahora tuvimos suerte y todavía conservamos nuestro hogar, pero muchos otros ¡han perdido tanto!

 “Es hora de enfrentar la realidad de que las enormes extensiones de plantaciones de eucaliptos y pinos de Portugal, así como la corrupción y la especulación que les acompañan, son la razón principal de que todos los años el país esté en llamas. A esto se suman los efectos del cambio climático, que eleva las temperaturas y provoca sequía. Con todo eso, nuestra zona tiene pocas posibilidades. Y el verano acaba de empezar”, añadió.

Orin Langelle: uma armação de cama recuperado no Chile.

 Al igual que el incendio forestal que en enero devastó partes de Chile – el peor incendio de su historia -, el incendio en Portugal fue el resultado de una industria maderera imprudente y mal regulada, así como de políticas internacionales que califican de “bosques” a las plantaciones industriales de árboles. [1 ]

“En los incendios ocurridos tanto en Chile como en Portugal, la culpa recae en la presión de la industria forestal, que reclama subvenciones estatales para sus plantaciones de árboles”, declaró Felipe Grez, de la organización chilena OLCA. “Las plantaciones de eucalipto, que chupan el agua y son altamente inflamables, se han expandido por todo el paisaje gracias a estos peligrosos programas de subvención estatal impuestos en Chile bajo la dictadura de Pinochet. Las plantaciones llegan hasta el borde de las carreteras y ciudades haciendo inevitable el desastre de los incendios. Condenamos no solamente este flagrante desprecio por la vida, sino también el deseo de la industria de utilizar en el futuro árboles transgénicos, que no harán más que agravar estos problemas”. [2]

 La campaña internacional para PARAR los árboles transgénicos [3] advierte de la nueva amenaza que plantean las plantaciones de eucaliptos transgénicos, que son manipulados genéticamente para crecer más rápido, resistir herbicidas tóxicos y/o tolerar temperaturas de congelación. Estos rasgos podrían exacerbar los impactos de las plantaciones de eucaliptos y permitir su expansión a nuevas regiones que actualmente resultan demasiado frías como para que crezcan allí.

 Los eucaliptos transgénicos fueron aprobados en Brasil en 2015 y en estos momentos  el Departamento de Agricultura de Estados Unidos está aceptando comentarios públicos sobre un proyecto de Declaración de Impacto Ambiental que recomienda la aprobación de la liberación a gran escala de plantaciones de eucaliptos transgénicos en todo el sur de Estados Unidos.

 “Estas tragedias que afectaron a Chile y Portugal deberían hacer sonar la alarma sobre los proyectos de plantaciones de eucaliptos transgénicos en el sudeste de Estados Unidos”, añadió Anne Petermann, Directora Ejecutiva de la organización Global Justice Ecology Project, con sede en Estados Unidos, y Coordinadora Internacional de la Campaña para PARAR los árboles transgénicos. “Esta región sufre de reiteradas sequías debido al cambio climático. La propuesta de establecer en esta región casi medio millón de hectáreas de plantaciones de eucaliptos transgénicos altamente inflamables, invasivos y muy demandantes de agua, es una receta segura para un catastrófico incendio de gran magnitud”.

 

Contactos:

Tess Ipolito, Coordinador de Medios, Campaña “STOP GE Trees”, tess@globaljusticeecology.org +1.716.867.4080 (móvil) +1.716.931.5833 (oficina)

Oliver Munnion, Co-Director, Biofuelwatch (Portugal) oli@biofuelwatch.org.uk +351 963235732

Skype: olivermunnion [Inglés y Portugués]

Felipe Grez, OLCA (Observatorio LatinoAmericano de Conflictos Ambientales) (Chile) felipe@olca.cl +56.9.7140.6617 skype: fgrezm [Inglés y Español]

Anne Petermann, Directora Ejecutiva, Global Justice Ecology Project; Coordinadora Internacional de la Campaña para PARAR los árboles transgénicos , anne@globaljusticeecology.or, teléfono:  +1.716.931.5833 / Mobile: +1.716.364.1188 skype: annepetermann [Inglés]

 

NOTAS

[1] La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) establece la definición jurídica internacional de los bosques. Esta vaga definición (Tierra con una cubierta de copa (o su grado equivalente de espesura) de más del 10 por ciento del área y una superficie superior a 0,5 hectáreas (ha). Los árboles deberían poder alcanzar una altura mínima de 5 metros (m) a su madurez in situ.). La definición permite la destrucción de los bosques y su sustitución por monocultivos de árboles. Sin embargo, aún cuando eso implica la destrucción de toda la biodiversidad, no debe considerarse deforestación según la definición.

 Hay una petición mundial que reclama a la FAO que cambie su definición de bosques de manera de excluir las plantaciones de árboles. La petición tiene más de 130.000 firmas, pero la FAO aún se niega a adoptar medidas.

 [2] En marzo de 2017, el OLCA (Observatorio Lationamericano de Conflictos Ambientales) recibió a una delegación de la campaña  para PARAR los árboles transgénicos para examinar los impactos de las plantaciones industriales de árboles en Chile, lo que incluyó visitas a la región arrasada por los incendios. También hablaron con organizaciones locales, miembros de la comunidad y representantes mapuches sobre estos impactos y sobre los impactos previstos por la utilización futura de  plantaciones de eucaliptos o pinos transgénicos. A principios de este mes, el OLCA ayudó a organizar protestas y contra-eventos en contra de la Conferencia de Biotecnología Forestal, organizada por la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO) en Concepción, en el corazón de la región afectada por los incendios.

[3] La campaña para PARAR los árboles transgénicos es una coalición mundial de organizaciones y redes dedicadas a la protección de los bosques, la biodiversidad y las comunidades que dependen de los bosques, a través del rechazo mundial de todos los árboles transgénicos. Incluye genetistas, forestales, ecologistas, biólogos, científicos de plantas, pueblos indígenas y otros expertos en los impactos de las plantaciones de monocultivos de árboles. Estos expertos han estado trabajando en el problema de las plantaciones de monocultivos de árboles y árboles transgénicos desde hace décadas.

 Entre las organizaciones de la Campaña figuran Biofuelwatch (Estados Unidos y Reino Unido), Canadian Biotechnology Action Network, Field Liberation Movement (Bélgica), Amigos de la Tierra Melbourne (Australia), GE Free New Zealand, Global Justice Ecology Project (Estados Unidos), Indigenous Environmental Network (América del Norte), OLCA: Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (Chile), y el Movimiento Mundial por los Bosques (Brasil y Uruguay). La genetista Dra. Ricarda Steinbrecher, de EcoNexus y de la Federación de Científicos Alemanes, es la asesora científica de la campaña.